Análisis del problemático regreso de Neymar a Santos FC. Explora sus actuaciones, el conflicto con los aficionados, la humillante derrota ante Vasco y la lucha del club por evitar el descenso. ¿Está en riesgo el futuro de Neymar en Santos y su participación en el Mundial 2026
El internacional brasileño finalmente ha recuperado su plena forma física en Vila Belmiro, pero la atmósfera se ha vuelto tóxica mientras se cierne la amenaza del descenso. Los primeros cinco meses de Neymar de vuelta en el club de su ciudad natal, Santos, no estuvieron a la altura de la glamorosa presentación que marcó su decisión de permanecer en el equipo por el resto del año. La superestrella, ex del Barcelona y Paris Saint-Germain, se vio limitada a solo 15 apariciones en todas las competiciones debido a los problemas de lesiones que arruinaron su paso por su anterior club, Al-Hilal. Un modesto registro de tres goles y tres asistencias no justificaba su salario base de €163,000 al mes, ni el 90% de participación en cada producto o acción de marketing a su alrededor.
Sin embargo, el enorme aumento en los ingresos comerciales y los números en redes sociales que generó el regreso de Neymar superó su mediocre contribución en el campo. El 24 de junio, Santos extendió su contrato hasta el final de la temporada 2025, un acuerdo que incluye una opción para que el jugador de 33 años se quede en São Paulo hasta la Copa del Mundo de 2026, donde todavía espera representar a la selección de Brasil. “Tomé una decisión y escuché a mi corazón”, dijo Neymar. “Santos no es solo mi equipo, es mi hogar, mis raíces, mi historia y mi vida”.
Desde entonces, Neymar ha jugado los 90 minutos completos en siete partidos consecutivos, su mejor racha en tres años, pero la felicidad ha sido escasa. Santos se ha visto arrastrado a una lucha por el descenso a pesar del progreso físico del brasileño, y con los aficionados ahora en contra del equipo, el regreso soñado de Neymar se ha convertido en una pesadilla.
No todo ha sido malo para Neymar. Su primer partido de vuelta tras el parón por el Mundial de Clubes fue casi perfecto, marcando un brillante gol de la victoria contra Flamengo. Esa victoria por 1-0 debería haber sido un trampolín, pero el ambiente festivo duró solo dos días, ya que Santos se estrelló con una derrota por 3-0 ante Mirassol. Neymar no pudo ocultar su frustración: “Faltó todo, por eso el marcador fue 3-0. Mirassol fue superior en todos los aspectos”. Aunque su evaluación fue precisa, no reconoció directamente su propia mala actuación. El capitán del Santos no realizó ni un solo disparo a puerta ni intentó un regate, y perdió la posesión 17 veces.
Santos luego recibió a Internacional, sabiendo que una derrota los dejaría en puestos de descenso. Cayeron 2-1 y la culpa fue dirigida a Neymar. Al enfrentarse a una lluvia de insultos camino al vestuario, Neymar se detuvo para decirle a un aficionado que “se callara”, lo que provocó una acalorada discusión. Más tarde, en una emotiva publicación de Instagram, Neymar se defendió: “En el calor de la emoción, es difícil controlar tus sentimientos cuando has sido ofendido injustamente… Él [el aficionado] tiene derecho a abuchear. Lo que no puede hacer es ofenderme, de la manera en que me ofendió. Diciendo que soy un mercenario con mi padre, hablando de mi familia/amigos”.
Neymar cumplió su palabra en los dos partidos siguientes, liderando al equipo para rescatar un empate 2-2 contra Sport Recife y luego ofreciendo una actuación digna de Jugador del Partido en la victoria por 3-1 sobre Juventude. El astro brasileño anotó dos goles y dirigió el juego como en sus mejores tiempos con el Barça y el PSG. Miembros del cuerpo técnico de Carlo Ancelotti para la selección de Brasil estuvieron presentes y sin duda se habrán alegrado de ver a Neymar acercándose a su mejor nivel, abriendo la posibilidad de un regreso a la Seleção para las eliminatorias de la Copa del Mundo en septiembre.
Santos continuó su mini recuperación venciendo al Cruzeiro, con Neymar impresionando una vez más. El equipo subió al puesto 14, cinco puntos por encima de la zona de descenso, con un partido favorable en casa contra el Vasco da Gama, que ocupaba el puesto 17. Sin embargo, lo que siguió fue desastroso. Santos fue aplastado 6-0, sufriendo su peor derrota ante Vasco en 98 años y la más abultada de su historia en la Serie A brasileña. Para Neymar, fue la derrota más dura de su carrera hasta la fecha. Rompió en llanto al final del partido y fue consolado por Fernando Diniz, ex seleccionador de Brasil y actual entrenador de Vasco.
Los fieles de Santos mostraron su furia dándole la espalda al equipo. Neymar admitió ante los medios: “Estoy avergonzado. Estoy totalmente decepcionado con nuestra actuación. Los aficionados tienen todo el derecho a protestar”. Las lágrimas, dijo, eran “de rabia, de todo”. Al regresar al campo de entrenamiento, el equipo fue confrontado por un gran grupo de aficionados. Neymar se paró al frente y, según ESPN, fue “amenazado con violencia” mientras las tensiones aumentaban. “Santos está tratando de cambiar las cosas”, dijo Neymar para apaciguar a la multitud, pero con el equipo a solo dos puntos del descenso y sin entrenador, la crisis es total.
Santos ahora enfrenta una presión inmensa para su próximo partido contra Bahía, pero deberá hacerlo sin Neymar, quien cumplirá una suspensión. A pesar de todo, todavía hay esperanza de que su segunda etapa en Vila Belmiro termine con una nota triunfal, con 18 partidos restantes para cambiar la situación. Asegurar otra temporada en la Serie A sería motivo de celebración y podría mantener a Neymar en los libros del club. Sin embargo, Bruno Lima, reportero de Trivela, opina: “No está en su mejor condición física todavía… Quizás este también sea un problema para el propio Neymar, aceptar que su realidad como atleta ha cambiado”. Si Neymar no puede adaptarse y rendir de manera consistente, no solo sus perspectivas con Brasil se acabarán, sino que su carrera podría desvanecerse de manera triste.
